martes, marzo 28, 2006


Sugerencias para docentes.

El hecho de que los docentes tengan información respecto del ADD-ADHD permite sugerirles algunos principios generales que les permitirá manejar las dificultades que surjan durante el proceso de enseñanza minimizándolas o evitándolas.
Gran parte de las sugerencias que a continuación se exponen se basan en el intento de contrarrestar los síntomas de los niños con ADD-ADHD.
Mantener el orden del aula. Es sumamente importante para estos alumnos el orden y la rutina. Sea claro y bien explicito respecto de cuales son las reglas de convivencia, los deberes y
obligaciones y los roles que cada uno desempeña en el ámbito escolar.
Transmita la importancia del orden en la realización de las tareas. Ayude a que el alumno mantenga el mayor orden posible de sus elementos de trabajo. Refuerce positivamente todas las veces en que el alumno mantiene el orden y
la organización. El refuerzo positivo promueve la repetición de la conducta.
Actúe usted mismo con mucho orden, ya que el niño aprende más a través de la identificación con sus padres y sustitutos.,
Fragmente la tarea en sub-tareas, a los efectos de aprovechar el periodo de atención de que los niños son capaces y al mismo
tiempo estimule que se puedan quedar con la sensación de empezar y concluir algo, aliéntelos a que continúen y puedan concluir sus proyectos a mediano y largo plazo.
Ayude a los alumnos a atravesar los momentos de transición de una actividad a la otra, pues en ese momento la dispersión es máxima.
Insista para que el alumno haga tareas en las áreas en las que es más "fuerte", así podrá reforzar su autoestima. Trate de que exponga ante el resto de los compañeros esos "puntos fuertes". Estas "islas de capacidad" se constituyen en
fuentes de orgullo personal y autoafirmación. Hágale sentir que desde esas áreas de conocimiento o aptitudes puede hacer una importante contribución a los demás.
Ubique al niño en la primera fila para que esté lo más cerca posible de usted y así podrá observarlo y confirmar que le está prestando atención o no.
Subraye en las tareas que le solicita qué es lo importante y que es lo accesorio.
Cuando lo vea inquieto o distraído, envíelo afuera del aula realizar alguna actividad para que descargue energías, se distraiga y al volver se pueda concentrar.
Las tareas que le encomiende deben ser cortas y simples.
Asegúrese el contacto visual con el niño cuando le formule una directiva, le encargue una tarea o un deber.
Sígalo una vez que inició una tarea. En estos casos el seguimiento debe ser mayor a causa de su dispersión.
Cuando realiza una corrección sea claro para que él pueda comprender cuál ha sido el error, trate de no dañar la autoestima del niño haciéndole creer que es inútil. No realice "correcciones humillantes" con lápices de
colores o inscripciones descalificantes. El daño en la autoestima no funciona como un estímulo para la autosuperación, sino todo lo contrario, abruma y desalienta.
No lo avergüence delante de sus compañeros. Que una
persona tenga dificultades en el aprendizaje no quiere decir que no sea sensible a las críticas. Es justamente al revés.
Sea muy enfático para destacar sus aciertos, sus mejores progresos y destaque siempre el
valor del esfuerzo que realiza para superar sus problemas.
Si aplica una sanción trate de que ésta no sea
producto de su disgusto o malhumor, pues así le dará al alumno el poder de influir negativamente en su estado de ánimo cuando él se lo proponga.
No haga alusiones públicas a sus dificultades ni le recuerde que debe tomar la medicación (en caso de que esté medicado). Es posible que el niño no quiera que esta
información trascienda para no ser víctima del sadismo de sus compañeros.
Y, por sobretodas las cosas, recuerde que se trata de un niño que sufre no sólo una enfermedad, sino también las consecuencias de ella, y que muy probablemente ya viva un
clima de tensión en su hogar dado que altera cualquier posible armonía entre hermanos y padres.
No existe adulto para quien la etapa escolar no haya sido importante o no haya dejado en él recuerdos imborrables. Los docentes saben de la
responsabilidad que su rol implica no sólo en el aprendizaje sino como modelos de identificación, figuras de amor y objetos ideales que nos guiarán por el resto de nuestras vidas. Todos los esfuerzos que podamos hacer para que estas experiencias sean los más enriquecedoras posibles se verán ampliamente recompensados.

Soledad Cejas
Estudios universitarios en curso
solecejas@hotmail.com