lunes, mayo 15, 2006

19 Abril, 2006-04-21
Expertos envueltos en el manual de enfermedades mentales relacionados con las compañías farmacéuticas.

Por Judith Gram., Chicago Tribune

Chicago- De acuerdo con un nuevo informe publicado el jueves en el diario de Psicoterapia y psicosomática, la mayoría de los expertos que prepararon la principal guía mundial sobre enfermedades mentales tenían relaciones financieras, que no fueron reveladas, con compañías farmacéuticas lo cual presentaba conflictos de interés potenciales.

El estudio es el primero en documentar las amplias conexiones financieras entre compañías farmacéuticas, psiquiatras y otros científicos responsables por el Manual de Diagnostico y Estadística de enfermedades mentales de la Asociación Psiquiatrita Americana.

El DSM, como se le llama comúnmente, define todas las enfermedades mentales reconocidas por la psiquiatría y describe los criterios usados para determinar si una persona tiene alguna de estas condiciones. En los Estados Unidos los profesionales de la medicina se refieren a el como “la biblia de la salud mental”. La versión actual, el DSM-IV, fue publicada en 1994 y modificada en el 2000.

El manual tiene una gran importancia para las compañías farmacéuticas, ya que el Departamento de Drogas y Alimentos no aprueba una droga para tratar una enfermedad mental a menos que la condición figure en el DSM. Las compañías farmacéuticas pueden entonces promocionar las medicinas aprobadas a los médicos y consumidores. Y cuanto mas amplio sea el criterio para la enfermedad, mayor es la cantidad que personas que pueden ser considerados candidatos para el tratamiento.

“Este es uno de los documentos médicos mas importantes que tenemos en este país, y el publico no tiene la información pertinente acerca de los expertos envueltos en desarrollarlo y revisarlo, “dijo Sheldon Krimsky, catedrático de la Universidad Tufts y co-autor del nuevo estudio, que apareció hoy en el diario de Psicoterapia y Psicosomática.

Su estudio encontró que el 56 por ciento de 170 miembros de panel responsables de supervisar el DSM-IV tuvo algún tipo de conexión financiera con la industria farmacéutica; incluyendo la obtención de subvenciones para investigación por parte de las compañías farmacéuticas (42 por ciento), actuando como asesores (22 por ciento) y participando en mesas de oradores (16 por ciento). Estas relaciones no fueron reveladas públicamente.

El riesgo es que las relaciones financieras puedan directa o indirectamente predisponer a los miembros de paneles a tomar decisiones que sean favorables a la industria farmacéutica. Las relaciones formadas después de la publicación del DSM-IV pueden ser problemáticas ya que podría parecer que los miembros están beneficiándose de su influencia, dijo Krimsky.

El enorme aumento de la prescripción de drogas psiquiatritas también crea preocupación en cuanto al impacto potencial en los consumidores.

“Si una medicación es suficientemente fuerte para tener un efecto beneficioso, es también suficientemente potente para tener un efecto toxico, y deberíamos preocuparnos acerca de cómo estas drogas están siendo prescritas.” Dijo el DR. Drummond Rennie, editor delegado del Diario de la Asociación Medica Americana.

Dr. Darle Regier, director de investigaciones de la Asociación Psiquiatrica Americana, dijo que el revelar los potenciales conflictos de intereses “no fue lo normal en el campo” en el momento en el que salio la ultima edición. “Para la siguiente revisión”, en 2011, “divulgaran todos los datos,” dijo.

De mayor importancia, sugirió Krimsky, es que su estudio encontró que el 100 por cien de los expertos en los paneles del DSM-IV que supervisan los trastornos del ánimo y los trastornos esquizofrénico/sicótico estuvieron envueltos financieramente en la industria farmacéutica. Estas son las categorías mas amplias de drogas psiquiatritas en el mundo, consiguiendo 20.3 mil millones y 14.4 mil millones de dólares respectivamente en el ano 2004. La depresión es el principal trastorno del ánimo.

“Cuanto mas lucrativo sea el mercado de drogas, mayor será el porcentaje de expertos con lazos financieros, esto tiene que plantear preguntas serias acerca de la objetividad de estos paneles,” dijo David Rothman, catedrático de medicina social en la facultad de Médicos y Cirujanos de la Universidad de Columbia.

“No hemos tenido la oportunidad de revisar el estudio, pero es importante apuntar que los médicos y otros profesionales en el campo del cuidado de la salud que están en paneles de asesoramiento medico experto tienen una integridad impecable,” dijo Ken Jonson, vicepresidente senior para Investigación y Fabricantes Farmacéuticos de América.

Otros piensan que las prácticas de la industria farmacéutica están retando la integridad de la ciencia. “El mismo vocabulario de la psiquiatria esta ahora definido en todos los niveles de la industria farmacéutica,” dijo el Dr. Irwin Savodnik, un profesor auxiliar clínico de psiquiatría en la Universidad de California en Los Angeles.

De acuerdo con sus cálculos, el manual DSM original de 1952 contenía 107 trastornos mentales. En la cuarta edición en 1994, el numero ya se había mas que triplicado hasta alcanzar 365 trastornos.

Cartas: http://www.chicagotribune.com/services/site/chi-lettertotheeditor,1,5676846.customform?coll=chi-navailhome2-nav


The Washington Post

20 Abril, 2006. Jueves

Expertos que definen enfermedades mentales están siendo relacionados con compañías farmacéuticas.

Por: Shankar Vedentam, escritor del staff del Washington Post.

Un nuevo análisis ha revelado que cada experto en psiquiatría que ha participado en la escritura de los criterios de diagnostico estándar para enfermedades como la depresión y la esquizofrenia, ha tenido lazos financieros con compañías farmacéuticas que venden medicinas para esas enfermedades.

De los 170 expertos que contribuyeron en el manual que define desordenes, desde problemas de personalidad a adicción a las drogas, mas de la mitad tenían este tipo de conexiones, incluyendo el 100 por cien de los expertos que participaron en trabajos de grupo sobre enfermedades del ánimo y desordenes sicóticos. El análisis no revelo la extensión de sus relaciones con la industria ni si esos lazos precedieron o se establecieron después de su trabajo en el manual.

“No creo que el publico este consciente de lo tremendos que son los lazos financieros en el campo de la psiquiatría,” dijo Lisa Cosgrove, una psicóloga clínica de la Universidad de Massachussets en Boston, la cual esta publicando su análisis hoy en el Peer-Reviewed Diario de Psicoterapia y Psicosomática.

El análisis llega en un tiempo de creciente debate sobre el ascendente uso de la medicación como el primario o único tratamiento para los muchos trastornos psiquiátricos, una tendencia dirigida en parte por las definiciones de desordenes mentales en el manual psiquiátrico.

Cosgrove dijo que ella empezó su investigación tras descubrir que cinco de seis miembros de panel que estaba estudiando si ciertos problemas premenstruales son un desorden psiquiátrico, tenían lazos con Eli Lilly & co., la cual estaba intentado comercializar Prozac para tratar estos síntomas. El proceso de definir estos desordenes esta lejos de ser científico, añadió Cosgrove: “ustedes estarían consternados si vieran cuan político el proceso puede ser.”

La Asociación Psiquiatrita Americana , la cual publica las pautas en su biblia de trastornos, el Manual de Diagnostico y Estadística (DSM), dijo que esta planeando exigir la publicación de los lazos financieros de los expertos que escriban la siguiente edición del manual que saldrá aproximadamente en el 2011. El manual tiene una gran influencia sobre la práctica de la psiquiatría en los Estados Unidos y alrededor del mundo


Darrel Regier, director de la división de investigaciones de la asociación, dijo que las preocupaciones acerca de la publicación de estos lazos son un fenómeno relativamente reciente, la cual puede ser la razón por lo que la ultima edición, publicada en 1994, no los menciono. Regier y John Kane, un experto en esquizofrenia que trabajo en la última edición, estuvo de acuerdo con la necesidad por transparencia, pero dijo que dichos lazos financieros con la industria no debería socavar la confianza publica en las conclusiones de sus expertos. Kane ha sido un asesor de las compañías farmacéuticas incluyendo los Laboratorios Abbott, Eli Lilly, Janseen y Pfizer Inc.



“No se debería asumir que exista un verdadero conflicto de intereses,” dijo Kane, quien dijo que las conclusiones de su panel fueron solo guiadas por ciencia. “Para mi, un conflicto de intereses implica que el juicio de alguien va a estar influenciado por su relación, y este no es necesariamente el caso…”

El DSM define desordenes en términos de constelaciones de síntomas. Mientras la neurociencia y la genética están revelando aspectos biológicos para muchos trastornos, hay una preocupación de que la psiquiatría este ignorando factores sociales, psicológicos y culturales en su búsqueda por explicaciones biológicas y tratamientos.

“Como profesión, hemos permitido que el modelo biopsicosocial se convierta en el bio-bio-modelo,” dijo Steven Sharfstein, presidente de la Asociación Psiquiatrica Americana, en un ensayo el ano pasado a sus colegas. El después añadió, “si a nosotros nos ven como meros promotores de píldoras y empleados de la industria farmacéutica, nuestra credibilidad como profesión esta comprometida.”

El enfatizo que la asociación tiene pautas estrictas para vigilar el papel de la industria farmacéutica pero dijo que la profesión como conjunto necesita hacer un mejor trabajo monitorizando conflictos éticos.

Sharfstein añadió ayer que la presencia de expertos con conexiones con compañías farmacéuticas en los paneles de expertos del manual es comprensible, dado que la mayoría de los mejores expertos en el campo participan en la investigación de drogas.

“No me sorprende que las personas clave que participan tengan este tipo de relaciones,” dijo. “Son los principales investigadores en el campo, están a la vanguardia, y tendaran algún tipo de relación – pero debe hacerse publico.”

Al menos un psiquiatra que trabajo en el manual actual critico el análisis. Nancy Andreasen de la Universidad de Iowa, que lidero el equipo de esquizofrenia, califico al nuevo análisis de “muy defectuoso” porque no distinguía a los investigadores que tenian lazos con la industia mientras participaban en el panel de aquellos que formaron estos lazos después.

Dos de cada cinco investigadores en su equipo tenían importantes vínculos con la industria, dijo. Andreasen dijo que ella tendría que revisar sus declaraciones de impuestos para saber si recibió o no dinero de compañías a la vez que trabajaba en el panel, pero dijo, “lo que se es que no hago casi nada con compañías farmacéuticas… mi área de investigación es “neuromaging” no psicofarmacologia.”

El análisis no podo determinar hasta que grado o cuando ocurrieron estos lazos financieros porque dependía de las declaraciones en diarios y otros lugares que no mencionan muchos detalles, dijo Sheldom Krimsky, un especialista en política de ciencia en la Universidad de Tufts que también fue el autor del nuevo estudio. Si los investigadores recibieron dinero antes, durante o después de su servicio en el panel no elimina la preocupación etica, dijo.

Krimsky, el autor del libro “La Ciencia por intereses privados”, añadió que aunque se recibe de buen grado una mayor transparencia, la asociación psiquiatrica debería formar sus paneles con expertos sin intereses.

El dijo: “Cuando alguien que esta estableciendo las pautas clínicas para la Biblia de diagnosis psiquiátrico, yo mantendría que no deberían tener afiliación con las compañías farmacéuticas en aquellas áreas en las que las compañías se podrían beneficiar de estas decisiones”.