domingo, mayo 07, 2006


Drogas siquiátricas: ¿medicina o curanderismo?

por Lawrence Stevens, J.D.
Traducido por César Tort (México, DF) - cesartort@usa.net


Las drogas siquiátricas son inútiles y la mayoría de ellas dañinas. Muchas causan permanentes daños cerebrales en las dosis que comúnmente se dan. Las drogas siquiátricas y la profesión que las promueve son un peligro para su salud.

ANTIDEPRESIVOS
El Libro de texto comprensivo de siquiatría IV dice: “Las drogas de tipo triciclo[1] son el tipo más efectivo de antidepresivos” (Williams & Wilkins, 1985, p. 1520). Pero en su libro Venciendo a la depresión el Dr. Andrew Stanway dice: “Si las drogas antidepresivas fueran realmente tan efectivas como se anuncia, los índices de ingreso a hospitales por depresión habrían disminuido los últimos veinte años en que han estado disponibles. Desgraciadamente, esto no ha ocurrido.... Muchas pruebas han mostrado que los triciclos apenas son más efectivas que los placebos, e incluso se ha encontrado que algunos no son tan efectivos que ese tipo de placebos o pastillas falsas” (Hamlyn Publ., 1981, pp. 159s). En su libro de texto Terapia electroconvulsiva, el Dr. Richard Abrams, profesor de siquiatría en la Escuela Médica de Chicago, explica la razón por la que actualizó su libro: “En estos seis años ha aumentado el interés en el ECT.[2] ¿Qué ha causado este cambio de actitud en la siquiatría americana? Quizás el desencanto con los antidepresivos. No se ha encontrado que ninguno sea terapéuticamente superior a la imipramina [un triciclo], que ya tiene treinta años, y los compuestos introducidos recientemente son menos efectivos o más tóxicos que las drogas de antaño (Oxford Univ. Press, 1988, p. xi). Abrams añade que “a pesar de los alegatos de los fabricantes, ningún progreso significativo en el tratamiento farmacológico de la depresión ha ocurrido desde la introducción de la imipramina en 1958” (p. 7). En el prólogo al libro de Abrams, el Dr. Max Fink, profesor de la Universidad de Nueva York en Stony Brook, mencionó la razón por la que el uso de la “terapia” del ECT ha incrementado para la depresión: se debe a lo que llama “desilusión de la eficacia de las drogas sicotrópicas” (p. vii). En su libro Drogas siquiátricas: un peligro para el cerebro, el Dr. Peter Breggin asevera: “La cuestión más importante sobre los antidepresivos más usados es que no producen un efecto específico. De igual manera que los neurolépticos hacia los que están emparentados, son altamente neurotóxicos e inhabilitantes del cerebro y logran su impacto por medio de interrumpir el funcionamiento normal del cerebro... Sólo la ‘opinión clínica’ de los que promueven estas drogas habla de efectos antidepresivos” (Springer Publ. Co., 1983, pp. 160 & 184). Un artículo de Newsweek dice que “el Prozac... y sus primos químicos Zoloft y Praxil no son más efectivos que los tratamientos anteriores de la depresión” (7 febrero 1994, p. 41). La mayoría de la gente con la que he hablado que han tomado antidepresivos, incluyendo Prozac, dicen que esas medicinas no les funcionaron. Esto arroja dudas sobre la afirmación que el sesenta por ciento de la gente que toma medicamentos supuestamente antidepresivos se mejora.

LITIO
Se dice que el litio ayuda a la gente cuyos humores cambian repetidamente de encontrarse en júbilo a desalentado y otra vez a júbilo, etc. Los siquiatras le llaman a esto trastorno maníaco depresivo o trastorno bipolar. El litio se prescribió por primera vez como droga siquiátrica en 1949 por un médico australiano, John Cade. De acuerdo con un texto de siquiatría: “Mientras experimentaba con animales, incidentalmente Cade notó que el litio hacía más letárgicos a los animales, de manera que comenzó a administrarle esta droga a los pacientes agitados”. El texto describe éste como “un momento crucial en la historia de la sicofarmacología” (Harold Kaplan y Benjamin Sadock, Siquiatría clínica, Williams & Wilkins, 1988, p. 342). Sin embargo, si no quieres encontrarte letárgico, tomar litio difícilmente te traerá beneficios. Una persona que cree en la terapia del litio admitirá que causa “un sentimiento ligeramente depresivo y generalmente letárgico” y le llamará “letargia estándar” causada por litio (Roger Williams, “¿Una decisión precipitada?: enfrentando las secuelas de un episodio maníaco depresivo” en la revista American Health, octubre 1991, p. 20). De igual manera, uno de mis parientes fue diagnosticado de maníaco depresivo y le dieron carbonato de litio. Años después me dijo: “El litio me sacó de encontrarme arriba pero no de las bajas”. No debe sorprender que una droga que induce letargia tenga este efecto. Increíblemente, algunas veces los siquiatras afirman que el litio mantiene al margen los sentimientos de depresión a pesar que el litio, como la mayoría de medicamentos siquiátricos, producen sentimientos de desgano e infelicidad (a pesar que se llamen “antidepresivos”).

TRANQUILIZANTES MENORES / MEDICAMENTOS CONTRA EL ANSIA
Entre las drogas siquiátricas más usadas están los llamadas tranquilizantes menores: Valium, Librium, Xanax y Halcion. Los médicos que las prescriben dicen que poseen un efecto calmante contra la ansiedad y que suprime estados de pánico, o que son buenas para dormir. Cualquier persona que crea esas cosas debe ir a la biblioteca más cercana y leer el artículo “Ansiedad alta” en la revista Consumer Report (enero 1993) o el capítulo 11 de Siquiatría tóxica del Dr. Peter Breggin (St. Martin Press, 1991): ambos documentos afirman lo opuesto. Como la mayoría de las drogas siquiátricas, los llamados tranquilizantes menores no curan nada sino son meramente drogas que bloquean el funcionamiento cerebral. En ciertas pruebas clínicas para un juicio, el 70 por ciento de las personas que toman Halcion “desarrollaron pérdida de memoria, depresión y paranoia” (“La compañía Upjohn defiende una controversial droga para dormir” en Miami Herald, 17 diciembre 1991, p. 13A). De acuerdo a Newsweek (17 febrero 1992) “cuatro países han prohibido completamente ese medicamento” (p, 58). En Siquiatría tóxica, Breggin, hablando de los tranquilizantes menores, dijo: “Como la mayor parte de los medicamentos siquiátricos, el uso del medicamento eventualmente causa un incremento en los mismos síntomas que se supone la droga debe aminorar.

MEDICAMENTOS SIQUIÁTRICOS CONTRA EL SUEÑO: EL SUEÑO DISTINGUIDO DE INCONCIENCIA INDUCIDA POR MEDICAMENTOS
Contrariamente al alegato que los tranquilizantes mayores y menores y los antidepresivos son buenos para dormir, el efecto es bloquear el verdadero sueño. Cuando presenciaba clases de siquiatría con un amigo estudiante, el profesor nos dijo: “Las investigaciones han mostrado que no necesitamos dormir, pero necesitamos soñar”. La fase del sueño es la parte crítica. La mayoría de las drogas siquiátricas, incluyendo las promovidas como medicamentos para dormir o tranquilizarse, inhiben la fase del soñar induciendo un estado que parece sueño pero que en realidad es un estado inconsciente sin sueños. En otras palabras, el sueño es una importante actividad mental que es detenida con la mayoría de las drogas siquiátricas. Una revista de autoayuda aconseja: “No tomes pastillas para dormir a menos que te las prescriba un médico, y aún así no más de diez noches consecutivas. Además de perder su efectividad y convertirse en adictivas, los medicamentos que inducen el sueño reducen o previenen el estado del sueño necesario para la salud mental” (revista Going Bankers?, primer número, p. 75). En El libro del cerebro, Peter Rusell, profesor de la universidad de Rhode Island, dice: “Al dormir, especialmente en los períodos del sueño, las proteínas y otros químicos que el cerebro usa en el día se abastecen con creces” (Plume, 1979, p. 76). Experimentos sobre privación del sueño en gente normal muestran que causa alucinaciones si se continúan por el tiempo suficiente (Maya Pines, Los modificadores del cerebro, Harcourt Brace Jovanovich, 1973, p. 105). Éstas son realmente las consecuencias de tomar drogas que inhiben o bloquean el verdadero sueño.

LOS TRANQUILIZANTES MAYORES / NEUROLÉPTICOS / ANTISICÓTICOS / ANTIESQUIZOFRÉNICOS
Todo lo dicho sobre los antidepresivos siquiátricos, el litio y los llamados agentes contra el ansia (los tranquilizantes menores) no es nada comparado con los tranquilizantes mayores, algunas veces llamados “antisicóticos”, “antiesquizofrénicos” o “neurolépticos”. Incluidos en esta categoría tenemos a Thorazine (clorpromazina), Mellaril, Prolixin (flupenazina), Compazine, Stelazine, Haldol y muchos otros. En términos de sus efectos sicológicos, estos llamados tranquilizantes mayores causan miseria, no alivio.
Físicamente y neurológicamente aniquilan la habilidad de pensar y actuar, incluso en dosis comunes. Al inhabilitar a la gente, pueden detener casi cualquier pensamiento o conducta que el “terapeuta” desee detener. Pero esto es simplemente deshabilitar a la gente, no terapia. La droga temporalmente deshabilita o destruye tanto una buena parte de la personalidad de una persona como la mala. Hasta qué grado la deshabilitación que impone la droga pueda superarse al discontinuar su uso depende de por cuanto tiempo se haya administrado, y a qué dosis. Las drogas llamadas tranquilizadores mayores o antisicóticos o neurolépticos dañan el cerebro más clara, severa y permanentemente que cualesquier otras usadas en siquiatría. Los doctores Joyce e Iver Small, profesores de siquiatría en la Universidad de Indiana, critican a los siquiatras que usan “medicamentos sicoactivos que se sabe tienen efectos neurotóxicos”, y hablan de que cada vez se “incrementa el reconocimiento sobre los perjuicios a largo plazo, y a veces irreversibles, en el funcionamiento cerebral inducido por las drogas neurolépticas. En estos casos la evidencia de daño cerebral no es sutil sino patente a todas luces ¡incluso para un observador casual!” (Ciencias de la conducta y del cerebro, marzo, 1984, p. 34). De acuerdo al Dr. Conrad Swartz, profesor de siquiatría en la Escuela Médica de Chicago: “Si bien los neurolépticos alivian la ansiedad sicótica, su efecto tranquilizante aplana los finos detalles de la personalidad incluyendo la iniciativa, la reactividad emocional, el entusiasmo, la conducta sexy, el estado de alerta... Esto sucede además de reacciones colaterales como movimientos involuntarios que pueden ser permanentes, mismos que evidencian el daño cerebral” (Ciencias de la conducta y del cerebro, marzo, 1984, pp. 37s). Un reporte de 1985 en Reporte de leyes de minusvalidez mental y física indica que por fin las cortes de Estados Unidos han comenzado a considerar que la administración involuntaria de neurolépticos involucra los derechos invocados en la Primera Enmienda debido a que “las drogas antisicóticas tienen la capacidad de afectar severa y permanentemente la habilidad de un individuo de pensar y comunicarse” (“Prosiguen las demandas sobre medicación involuntaria”, enero/febrero, 1985, p. 26, énfasis añadido). En Moléculas de la mente: la nueva ciencia de la sicología molecular, el profesor Jon Franklin observó: “Esta era coincidió con una mayor conciencia que los neurolépticos no sólo no curan la esquizofrenia, sino que en realidad causan daño cerebral. De repente, se vio a los siquiatras que los usan, y a los pacientes marginados de la sociedad, como nazis o algo peor (Dell Publ. Co., 1987, p. 103). En su libro Drogas siquiátricas: un peligro para el cerebro, el Dr. Peter Breggin dice que al usar estos medicamentos que causan daño cerebral “la siquiatría ha desatado una epidemia neurológica en el mundo”, misma que “alcanza de uno a dos millones de personas por año” (op. cit., pp. 108s). En casos severos, el daño producido pos neurolépticos es evidenciado por movimientos anormales llamados discinesia tardía. Sin embargo, esta enfermedad es sólo la cresta del iceberg del daño causado por neurolépticos. Las altas funciones del cerebro son más vulnerables y son perjudicadas antes de las funciones cerebrales elementales como el control motriz. El profesor de siquiatría Richard Abrams reconoce que “se ha reportado que la discinesia tardía ocurre después de algunas pocas tomas de neurolépticos” (citado en Benjamin Wolman, El manual del terapeuta, Van Nostrand Reinhold, 1976, p. 25). En su libro La nueva siquiatría el Dr. Jerrold Maxmen de la Universidad de Columbia dice: “La mejor manera de evitar la discinesia tardía es evitar los antisicóticos del todo. Excepto para el tratamiento de la esquizofrenia jamás deberían usarse por más de dos o tres meses consecutivos. Lo que es criminal es que demasiados pacientes que no deben recibir antisicóticos los tomen (Mentor, 1985, pp. 155s). ¡Pero el Dr. Maxmen no va lo suficientemente lejos! Su caracterización de administrar los llamados antisicóticos como “criminal” es acertada si nos referimos a todas las personas — incluyendo a los llamados esquizofrénicos — aun si los neurolépticos no se administrasen el suficiente tiempo para causar discinesia tardía. El autor del prefacio de un libro de cuatro médicos dijo lo siguiente: “A final de los 1960s resumí la literatura sobre discinesia tardía... La mayoría de los siquiatras o ignoraron la existencia del problema o intentaron inútilmente demostrar que estas anormalidades motoras eran clínicamente insignificantes, o que no tenían que ver con la droga. Mientras tanto el número de pacientes afectados incrementó, así como los síntomas de los que la padecían... Existen pocos investigadores o clínicos que aún duden de la naturaleza yatrogénica [causada por el médico] de la discinesia tardía... Es evidente que mientras más se sabe acerca de los efectos tóxicos de los neurolépticos en el sistema nervioso central, más se ve la necesidad de modificar nuestras prácticas comunes de los mismos. Es muy desafortunado que muchos doctores continúen prescribiendo sicotrópicos en cantidades excesivas, y que un número considerable de instituciones mentales no tienen políticas respecto al manejo y prevención de la discinesia tardía. Si este libro que refleja las opiniones de expertos en el campo puede hacer una mella en la complacencia de muchos siquiatras, no será un logro menor (citado en William Fann et al., Discinesia tardía: investigación y tratamiento, SP Medical & Scientific, 1980). En Drogas siquiátricas Peter Breggin dice: “Los tranquilizantes mayores son drogas altamente tóxicas; son venenos para varios órganos del cuerpo. Son neurotoxinas especialmente potentes, y es común que produzcan daño permanente en el cerebro... La discinesia tardía puede desarrollarse en pocas dosis y en lapsos cortos de tiempo... Generalmente, la demencia [pérdida de las altas funciones mentales] asociada comúnmente con la discinesia tardía no es reversible... Pocas veces me he sentido más triste y abatido que cuando veo la negligencia siquiátrica sobre la evidencia que está causando efectos lobotomizantes irreversibles, sicosis y demencia en millones de pacientes como resultado estos tranquilizantes mayores (op. cit., pp. 70, 107, 135, 146).
El profesor de siquiatría Richard Abrams ha señalado que: “Los antidepresivos de tipo triciclo son ligeras modificaciones químicas de la clorpromazina [conocida en el mercado como Thorazine], y fueron introducidas como potenciales neurolépticos” (citado en El manual del terapeuta, op, cit., p. 31). Asimismo, en Drogas siquiátricas el Dr. Breggin le llama a los antidepresivos “tranquilizantes mayores enmascarados” (p. 166). El siquiatra Mark Gold ha dicho que los antidepresivos también pueden causar discinesia tardía (Buenas noticias sobre la depresión, Bantam, 1986, p. 259).
¿Por qué los llamados pacientes aceptan tales “medicinas”? Algunas veces lo hacen por ignorancia acerca del daño neurológico al que se someten por seguir las indicaciones del siquiatra. Pero muchas ocasiones los neurolépticos son forzados en los cuerpos de los “pacientes” contra su voluntad. En su libro Drogas siquiátricas Breggin dice: “Una y otra vez en mi experiencia clínica he presenciado pacientes al borde de la angustia y la indignación porque les forzaron neurolépticos... El problema es tan rutinario en el hospital que un gran porcentaje de pacientes tienen que ser amenazados con inyecciones para que accedan tomarlos” (p. 45).

EL TRATAMIENTO SIQUIÁTRICO FORZOSO ES COMO UNA VIOLACIÓN
La administración de medicamentos siquiátricos (o un llamado tratamiento de electroshock) es una especie de tiranía que puede compararse, física y moralmente, con la violación. Comparemos la violación sexual con la administración involuntaria de una medicina inyectada intramuscularmente en las nalgas, que es donde suele darse. Tanto en la violación sexual como en la administración involuntaria de drogas siquiátricas, la fuerza es usada. En ambos casos, los pantalones de la víctima se bajan. En ambos casos, un tubo es insertado en el cuerpo de la víctima contra su voluntad. En el caso de la violación, el tubo es el pene. El caso de lo que podemos llamar violación siquiátrica, el tubo es la jeringa. En ambos casos un fluido es inyectado en el cuerpo de la víctima contra su voluntad. En ambos casos se encuentra en, o cerca de, la parte trasera. En el caso de la violación, el fluido es semen. En el caso de la violación siquiátrica, el fluido es Thorazine, Prolixin u otra droga inhabilitante del cerebro. El hecho es que la invasión corporal es similar en ambos casos (si no es que peor en el caso de la violación siquiátrica como explicaré en breve) y así es percibido en la mente de la víctima de cualquiera de estos dos asaltos. Como dijo el profesor de siquiatría Thomas Szasz: “La violencia es violencia independientemente de si la llamemos tratamiento de una enfermedad mental”. Algunas personas no hospitalizadas (es decir, encarceladas) son forzados a reportarse a un doctor para recibir inyecciones que actúan sobre un largo período, como Prolixin, cada dos semanas bajo amenaza de encarcelamiento (“hospitalización”).
Pero ¿porqué es peor la violación siquiátrica que la sexual? Como dijo el cirujano I.S. Cooper en su autobiografía: “Es tu cerebro el que ve, siente, piensa, ordena y responde. Tú eres tu cerebro. De trasplantarse a otro cuerpo, tu cerebro mantendría tus memorias, pensamientos y emociones. Seguiría siendo tú mismo. El cuerpo nuevo sólo sería una vasija; el cerebro te llevaría a un lado y a otro. Tu cerebro eres tú” (El examen vital: mi vida como cirujano del cerebro, Norton & Co., 1982, p. 50, énfasis en el original).
La parte más esencial e íntima de ti no es lo que tienes entre tus piernas, sino lo que tienes entre tus orejas. Un asalto al cerebro de una persona como un “tratamiento” inhabilitador (como drogas sicoactivas, electroshock o sicocirugía) es más íntimo y moralmente más horrible que la violación sexual. Además hay otra razón por la que, en términos morales, la violación siquiátrica es peor que la violación sexual: causa lesiones permanentes en el funcionamiento cerebral. En contraste, en términos generales las mujeres se encuentran con una vida sexual funcional después de haber sido violadas (sufren de daño sicológico, pero también lo sufren las víctimas del asalto siquiátrico). No se vaya a creer que no se creerá que estoy menospreciando el trauma de la violación sexual. De hecho, he asesorado a mujeres asaltadas sexualmente como abogado y sé que cada una de la media docena de mujeres que conozco que han sido violadas posteriormente han tenido una vida sexual normal, y en la mayoría de los casos se han casado y formado familias. En contraste, los cerebros de aquellos sometidos a asaltos siquiátricos no son tan funcionales como antes debido al daño físico que les ha hecho el “tratamiento”. En un talk-show televisivo de 1990, Jeffrey Masson dijo que espera que los responsables de tales “terapias” lleguen un día a enfrentar un juicio de Nuremberg (Geraldo, 30 noviembre 1990).

DROGAS QUE DAÑAN EL CEREBRO SE LES DAN A ANCIANOS EN ASILOS
Estos mismos neurolépticos llamados antisicóticos que dañan el cerebro se administran involuntariamente a ancianos sanos en los asilos de Estados Unidos. De acuerdo a un artículo de revista: “En los asilos los antisicóticos son usados entre el 21 y el 44 por ciento de los ancianos... la mitad de los antisicóticos que se prescriben a los residentes de estos asilos no pueden explicarse en el diagnóstico que se le ha hecho al paciente. Los investigadores sospechan que es común que se usen drogas en esas instituciones como camisas de fuerza químicas: una manera de pacificar a pacientes difíciles (In Health, septiembre/octubre 1991, p. 28). Conozco dos casos de ancianos endebles en asilos que apenas eran capaces de levantarse de la silla de ruedas a quienes se les dio un neuroléptico. Uno se quejó porque que quedó en la silla de ruedas y no pudo caminar con su bastón; el otro se quedó en cama porque no pudo levantarse para al ir al baño, por lo que se defecó en la cama. Aunque ambos estaban tan incapacitados físicamente que no representaban un daño para nadie, osaron quejarse amargamente acerca de cómo fueron tratados. En ambos casos los enfermeros respondieron inyectándoles el neuroléptico Haldol que los incapacitó mentalmente, imposibilitando que se volvieran a quejar. El uso de estas dañinas drogas en asilos de ancianos que no se consideran pacientes siquiátricos muestra que el verdadero propósito de los neurolépticos es el control, no la terapia. Las afirmaciones que estas drogas son terapéuticas es una racionalización sin soporte en los hechos.

ESTUDIOS SUPUESTAMENTE DOBLE CIEGOS SON TENDENCIOSOS [3]
Estudios que indican que los medicamentos siquiátricos ayudan son de dudosa credibilidad debido a que la profesión misma es tendenciosa. Todos o casi todos los medicamentos son neurotóxicos y por esta razón ocasionan síntomas y problemas como boca seca, visión borrosa, mareos, letargia, dificultad para pensar, irregularidades menstruales, retención urinaria, palpitaciones y otras consecuencias de disfunción neurológica. Engañosamente, los siquiatras les llaman “efectos colaterales” incluso si son los únicos efectos reales que produce el medicamento siquiátrico. Los placebos (cápsulas de azúcar) no causan estos problemas. Como estos síntomas o la ausencia de los mismos son manifiestos, evaluar los medicamentos siquiátricos en supuestas pruebas “doble ciegas” significa que no son realmente doble ciegas, haciendo imposible evaluar tales medicamentos imparcialmente. Esta situación hace que el espíritu tendencioso en la profesión esté dando resultados parciales.

MODOS DE ACCIÓN: DESCONOCIDOS
A pesar de diversas teorías y afirmaciones no comprobadas, los médicos no saben cómo las drogas que usan actúan biológicamente. En palabras de Jerrold Maxmen, profesor de siquiatría en la Universidad de Columbia: “Cómo funcionan los medicamentos sicotrópicos no está claro” (La nueva siquiatría, Mentor, 1985, p. 143). La experiencia ha mostrado que el efecto de todas de las actuales drogas siquiátricas es inhabilitar el cerebro de manera general. Ninguno de estos medicamentos posee especificidad (por ejemplo para la depresión, ansiedad o sicosis) que se afirma que posee.

¿COMO “INSULINA PARA LA DIABETES”?
Se dice generalmente que tomar medicamentos siquiátricos es como tomar insulina para los diabéticos. Aunque las drogas siquiátricas sean, como la insulina, tomadas continuamente, la analogía es absurda. La diabetes es una enfermedad con una causa física, en cambio, no se ha encontrado ninguna causa física para ninguna de las llamadas enfermedades mentales. La forma de acción de la insulina es conocida: es una hormona que le instruye a las células que ingieran glucosa dietética (azúcar). En contraste, la forma de acción de los medicamentos siquiátricos es desconocida — aunque tanto proponentes como críticos teorizan que previenen el funcionamiento normal del cerebro por medio de bloquear sus neuroreceptores. Si esta teoría es correcta, la misma representa otro contraste entre la insulina y el medicamento siquiátrico: la insulina restaura una función biológica normal, pero la otra interfiere con otra función biológica normal. La insulina es una hormona que se encuentra naturalmente en el cuerpo, pero las drogas siquiátricas no se encuentran generalmente en el cuerpo. La insulina le da al cuerpo del diabético una capacidad que no tendría en su ausencia, la capacidad de metabolizar azúcar, pero los medicamentos siquiátricos tienen el efecto opuesto: éstos suprimen las capacidades mentales que la persona tendría en ausencia de la droga. La insulina afecta al cuerpo más bien que a la mente, pero los medicamentos siquiátricos inhabilitan al cerebro y por lo mismo a la mente: siendo la mente la esencia del yo verdadero.

EL AUTOR, Lawrence Stevens, es un abogado cuya práctica incluye representar a “pacientes” siquiátricos. Sus panfletos no están registrados en las oficinas de derechos de autor. Se te invita a sacarles copias para distribuirlas a aquellos que creas que se puedan beneficiar.

ACTUALIZACIÓN DE 1998
Las siguientes declaraciones las hizo el Dr. Michael Murphy, miembro clínico de siquiatría en la Escuela Médica de Harvard; el Dr. Ronald Cowan (ibid.) y el Dr. Lloyd Sederer, profesor asociado de siquiatría clínica (también de Harvard) en el libro de texto Anteproyectos en siquiatría (Blackwell science, 1998):
Litio
“El mecanismo de acción del litio en el tratamiento de la manía no está bien determinado” (p. 57).
Valproato
“El mecanismo de acción del valproato posiblemente se deba al aumento de la función GABA[4] en el sistema nervioso central” (p. 58 énfasis añadido).
Carbamasepina
“El mecanismo de acción de la carbamasepina en la enfermedad bipolar es desconocido” (p. 59).
Antidepresivos
“Se cree que los antidepresivos ejercen un efecto en subsistemas de sinapsis neuronales a través del cerebro... Prozac, Praxil y Zoloft actúan pegándose a las proteínas de retoma de serotonina presináptica... Los antidepresivos de triple ciclo actúan bloqueando la retoma presináptica de la serotonina y la norepinefrina. Los inhibidores monoaminos de oxidasa actúan inhibiendo la enzima presináptica (monoaminos de oxidasa). Estos mecanismos inmediatos de acción no son suficientes para explicar los efectos retardados contra la depresión (típicamente de dos a cuatro semanas). Otros mecanismos desconocidos deben jugar un papel en el tratamiento sicofarmacológico exitoso de la depresión... Todos los antidepresivos poseen más o menos la misma eficacia para la depresión... Sólo como la mitad de los pacientes cuyos síntomas cumplen con los criterios del DSM IV[5] de una depresión mayor se recobrarán con un una sola experiencia de al menos seis semanas de antidepresivos” (p. 54, énfasis añadido).
Comentario de Douglas Smith, creador de este sitio web: Desde luego, como la mitad de la gente que se siente desanimada o deprimida se sentirán significativamente mejor en seis semanas con o sin “medicamentos”. En realidad, lo que los siquiatras llaman “otros mecanismos desconocidos” son sólo el paso del tiempo.
ACTUALIZACIÓN DE 1999
Véanse las citas en la reseña del libro Tu medicamento puede ser tu problema de Peter Breggin y David Cohen, publicado en 1999.
ACTUALIZACIÓN DEL AÑO 2000
“Nada ha dañado más la calidad de vida individual en la sociedad moderna que la errada idea de que el sufrimiento humano se deriva de causas biológicas y genéticas y que puede ser rectificado tomando medicinas o terapia de electroshock... Si yo quisiera arruinar la vida de alguien, lo convencería que la siquiatría biologista tiene la razón: que las relaciones humanas no significan nada, que el libre albedrío es imposible, y que la mecánica de un cerebro descompuesto reina sobre las emociones y conducta. Si quisiera estropear la capacidad de un individuo de crear relaciones empáticas y amorosas, le recetaría medicinas siquiátricas: todas aplanan nuestras más altas funciones sicológicas o espirituales” (prefacio de Peter Breggin en Realidad terapéutica en acción por William Glasser, Harper Collins, 2000, p. xi, énfasis añadido).Artículo crítico del Prozac.
Drogando a niños con Ritalin para frenar la hiperactividad - comentario de la Coalición de Antisiquiatría sobre un artículo de Time intitulado “La era de Ritalin.
Drugging Children with Ritalin to Curb HyperactivityThe cover story in the November 30, 1998 issue of Time magazine, titled "The Age of Ritalin" says "Production of Ritalin has increased more than sevenfold in the past eight years, and 90% of it is consumed in the U.S." The article says Ritalin, used for a nebulous "illness" called Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD) works "but in ways and for reasons that are still not entirely clear. ... not enough is known about the risks and benefits of long-term Ritalin use... Given the explosion in ADHD diagnoses and Ritalin use over the past decade, the disorder is surprisingly ill defined. No one is sure that it's a neurochemical imbalance ... There is no blood test, no PET scan, no physical exam that can determine who has it and who does not. ... For a drug that's been used for more than a half-century, we know surprisingly little about how Ritalin acts on the brain... ADHD is still something of a mystery to doctors, who speak of it sometimes as if it were a single condition and sometimes as if it were a broad range of problems. ... the latest research raises more questions than it answers. ...no studies have run long enough to see if it has a lasting effect on academic performance or social behavior. ...A positive response to Ritalin doesn't automatically mean a child suffers from ADHD. Stimulants can temporarily sharpen almost anyone's focus." Many of us who oppose psychiatry realize there isn't any such thing as ADHD just as there is no such thing as schizophrenia. In each case, the "disorder" exists only in the minds of the people who believe in it. Some children are so full of energy and are so undisciplined they exceed the limits of their parents' patience and tolerance and are labeled "hyperactive" or as having Attention Deficit Hyperactivity Disorder (ADHD). Some parents respond by drugging their children in hopes a drugged child will come closer to fulfilling their expectations or will be easier to manage. It has nothing to do with illness. It's entirely about management and control.

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1 Comments:

Blogger Nina said...

Las drogas mayores como el Trifluoperazina "Stelazine" son un asco y los psiquiatras solo hacen canjes con ellas, en especial en casos de niños y adolescentes a los cuales se les imputa enfermedades mentales, convenciendo a sus padres desesperados que muchas veces recurren al medico por enfermedades fisicas y cuando no encuentran resultados en los analisis, estos medicos no dudan en medicar a su propio criterio que el niño necesita esa droga sin nisiquiera examinarlo, ni interrogarlo, a simple vista decide con verle la cara. Y es que conosco varios casos en Peru, el Dr (Gregorio) Schreiber, Jefe del area mental del Instituto del Niño, era adicto a recetar Stelazine y habia colegas que no estaban de acuerdo con su forma de medicar; le trasladaban niños que no sabian porque tenian bajo peso, o problemas respiratorios, entre otros casos y parece que el doctor todo lo ve ansia y depresion que receta esa "droga" sin decir a sus pacientes que es una droga de las mas fuertes; y peor aún me consta que el Dr. referia su consultorio particular para una mayor atencion previo pago obviamente, y encima cuando los niños y jovenes presentaban sintomas como la disquinesia tardia (movimientos involuntarios), la ansiedad horrorosa de no poder ni sentarse o la hinchazon de la quizada, mandibula que no deja ni tragar saliva, ese doctor no le da mayor importancia, porque no es grave "como el parkinson" es decir nop tiembras aun como gelatina, estas bien. Y para terminar cuando en dos casos que conosco dejaron de asistir a su domicilio en Balconcillo en la Victoria (Lima- Peru) porque en fin los padres despertaron, luego de ver peor a su hijos y no haber solucionado ni el bajo peso ni el problema respiratorio, el Dr Schereiber nunca llamo a sus domicilios a pesar de haber sido sus pacientes por tantos meses, y me parece que esa "droga" no se debe parar de golpe, mas aun cuando el doctor Schereiber tambien recetaba ampollas de dicho medicamento, nuca se digno en preguntar por sus pacientes medicados con dosis altas, ni le importo que pararan de golpe la medicacion, ni porque les pagaban consulta privadas, nunca llamo y eso indigna. Pero lo que mas me preocupa es porque receto esa medicacion, porque si les pregunto a los jovenes si tenian algun problema el hizo caso omiso a sus respuestas, ese doctor no sabe el interior de los niños, no puede hacer creer que el sabe lo que los niños piensan. POR TANTO CONCLUYO QUE LA PSIQUIATRIA ANTIGUA ES UN ENGAÑO, NO SOLO DEBEN VIVR RECETANDO DROGAS CON SOLO PREGUNTAR COMO TE SIENTES? Y MUCHO MENOS SI LES DICES QUE BIEN, ESE DOCTOR PASO POR ENCIMA DE LOS NIÑOS Y JOVENES ENCIMA LUCRANDO, PORQUE EN ESE ENTONCES YA DEBIA ESTAR CESADO POR SU AVANZADA EDAD. MIENTRAS NO SEA NOTORIO SU ESTADO MENTAL, ANTES DE RECETAR DEBEN REALIZAR PUEBAS FISICAS, ANTES DE DECIR "ESTOS NIÑOS TIENEN POCO DE TAL SUSTANCIA, ENTONCES NO SE EQUILIBRAN SUS EMOCIONES Y ESO AFECTA SU ESTADO FISICO" COMO LO DICEN CON EL LITIO Y EL STELAZINE, PUES QUE HAGA SU EXAMEN PARA SABER SI TIENE DEFICIENCIA DE ALGUNA SUSTANCIA ANTES DE JUGAR A ADIVINAR Y DROGAR A NIÑOS QUE LUEGO DE DROGADOS CAMBIAN SUS CARACTER HACIA AGRESIVOS Y EL MEDICO LO VE COMO MEJORA DE SOCIALIZACION, O SE LES INFLAMA LAS PAPADAS Y LO VE COMO QUE ESTA ENGORDANDO PORQUE ESTA MAS SANO, O SI TIENE MOVIMIENTOS INVOLUNTARIOS DE CARA, CUELLO ES UN EFECTO NORMAL, ESTAS SON PALABRAS DEL MISMO DOCTOR SCHREIBER Y QUE AHORA LUEGO DE QUE EL INTERNET ES TAN DIFUNDIDO, VEO QUE ERA UN TREMENDO DAÑO LO QUE ESTE DOCTOR HACIA, Y QUE ERAN EFECTOS SECUNDARIOS GRAVES.
SI EN NIÑOS SIN TRANSTORNOS MENTALES SIN DEPRESIONES ESE MEDICAMENTO HACE SENTIR AMARGADO, Y QUERER VENGARSE CON SU CUERPO O ACABAR CON ESA ANSIEDAD DESCONOCIDA HASTA Q SUS PADRES LES OBLIGARON A VER AL DOCTOR QUE NO LE CREE NADA, QUE LO HACE SENTIR PESIMO CON ESE MEDICAMENTO, POR LOS SINTOMAS DE ANSIEDAD, QUE LO ETIQUETA DE ANSIOSO O DEPRESIVO, SI SIENTE QUE NADIE LE CREE NI QUE TIENE LIBERTAD, QUE LOS ADULTOS LO MANEJAN A SU ANTOJO, QUE NO PODRA SALIR DE ESE ABUSO, ES OBVIO QUE ESA "DROGA Y UN MEDICO EQUIVOCADO CON PODER" LE DARA IDEAS SUICIDAS; y COMO SERA EN NIÑOS QUE TENGAN ALGUNA PENA POR CIERTOS MOTIVOS, SERA SU SENTENCIA MORTAL. ESE MEDICAMENTO DEBE RECETARSE PARA CASOS ESPECIFICOS Y NO POR VENDER VENDER (COMO SI FUERA EL DR SOCIO DE LA FARMACEUTICA)SI HASTA PARA VOMITO LO HAN RECETADO, ESO ES SER MALVADO Y IRRESPONSABLE. EN FIN AHORA EL INTERNET TE PERMITE INFORMARTE MEJOR, COMPARTIR EXPERIENCIAS, Y EVITAR TANTOS ABUSOS.
QUISIERA QUE ME INFORMARAN RESPECTO A SUSPENDER LA DOSIS DE STELAZINE DE GOLPE, PUES COMO VERAN EN MI REDACCION ESO ME PREOCUPA, Y RECIEN VISITANDO PAGINAS WEB ME HE ENTERADEO QUE ADVIERTEN ESO, A QUE SE DEBE? DADO A QUE EL DOCTOR SCHREIBER JEFE DEL INSTITUTO DEL NIÑO (QUE QUEDA EN EL DISTRITO DE BREÑA EN LIMA) DE ESE ENTONCES (1998) NUNCA LLAMO A DECIR QUE ESO NO ERA ADECUADO. COMO QUE NO ESTABA TAN SEGURO DE SUPUESTA ENFERMEDAD DE SUS PACIENTES. Y NO HE ENCONTRADO PORQUE NO SE PUEDE SUSPENDER DE GOLPE LA MEDICACION Y QUE SUCEDE SI ESO PASA. Y SI EL DAÑO QUE OCASIONA ES TEMPORAL. GRACIAS

3:56 p. m.  

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